La visita al obispo de N’Dali, monseñor
Martin Adjou, ha sido un encuentro cariñoso. Ha servido también para manifestar
nuestro deseo de continuar colaborando con esta Iglesia beninesa a la que nos
sentimos unidos y en la que vivimos experiencias de encuentro tan profundas que
nos hacen crecer en la fe y en el seguimiento de Jesucristo vivido en Iglesia.
Hemos tenido la suerte de haber
compartido esta visita con el sacerdote baribá Jacques Tané. En la memoria de
quienes trabajamos entre los baribá, l’abbé Tané es el primer traductor de los
textos litúrgicos en lengua baribá, haciendo en ellos muchas referencia a la
cultura de este querido pueblo. Es también el primer sacerdote baribá de la
archidiócesis de Parakou, ordenado en 1963. Actualmente trabaja en Gabón
realizando la labor que no pudo hacer entre su propio pueblo. Las dificultades
en aquellos años eran muchas para poder realizar la evangelización en el norte
de Benin. Sirvan estas líneas de reconocimiento a estos bravos sacerdotes que
hicieron todo lo posible para que el Evangelio y la persona de Jesucristo
comenzasen a ser conocidos en esta tierra.
La tarde la hemos compartido con los
cristianos y catecúmenos de las comunidades de Sonka y Seeru. Han pasado muchos
años antes de tener bautizados; ya tienen un buen grupo y la celebración es
viva. Bravo también a los misioneros que atienden estas comunidades. Emociona
compartir con ellos la misma fe.
Aunque cansados, hemos aprovechado la
noche para hablar sobre la marcha de la Misión Interdiocesana de Fô-Bouré y su
futuro, la evangelización y los proyectos de desarrollo. En clima de
fraternidad cada uno de nosotros ha aportado su punto de vista que hemos de
saber transmitir en nuestras diócesis de La Rioja y Barbastro.
0 comentarios:
Publicar un comentario