23 de abril de 2014

¿Qué es la Jornada de Vocaciones Nativas?







La Jornada de Vocaciones Nativas es un día especial dedicado a la oración y la cooperación económica con los jóvenes que son llamados a la vocación sacerdotal o religiosa en los territorios de misión.

 En los territorios se encuentran las iglesias más jóvenes que están aún en proceso de implantación, y que son confiados a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Dentro de las cuatro Obras Pontificias que dependen de esta Congregación, se encuentra la de San Pedro Apóstol, responsable de la Jornada de las Vocaciones Nativas.
En España, esta Jornada se celebra el domingo 27 de abril bajo el lema "Misioneros por vocación". Con esta jornada se intenta concienciar de la importancia de ayudar a los jóvenes que lo necesiten, a cumplir su vocación en cualquier lugar del mundo en la que haya surgido.
La Jornada tiene colecta que se destina a las Vocaciones Nativas. Pero no se trata sólo de una jornada puntual, sino que durante todo el año la Obra está en contacto con los proyectos que financia. La colaboración económica está abierta siempre a través de las becas de estudios, y los donativos domiciliados.


El Evangelio no ha arraigado plenamente en una cultura, sino que  ha suscitado en ella vocaciones consagradas al Señor, sea al  sacerdocio o la vida consagrada.
Los dos Papas que son canonizados providencialmente el mismo día de la Jornada de Vocaciones Nativas, han concedido suma importancia al florecimiento de vocaciones en las iglesias más jóvenes.
Juan XXIII las consideraba expresión de la madurez eclesial, que toma el relevo de los misioneros; y Juan Pablo II pedía “al Señor que nadie llamado al sacerdocio o a la vida religiosa en tierras de misión quedase excluido por falta de recursos materiales o económicos”.

16 de abril de 2014



La Pascua florida de este año luce de modo especial. Dos misioneros por vocación serán canonizados el segundo domingo de Pascua - 27 de abril -, el mismo día en el que celebramos en España la Jornada de las VOCACIONES NATIVAS. Vamos a aprovechar esta feliz coincidencia.
Los santos Juan XXIII y Juan Pablo II manifestaron una especial sensibilidad hacia la obra misionera de la Iglesia, tal y como lo muestran en sus encíclicas Princeps Pastorum, escrita por Juan XXIII en 1959, y Redemptoris Missio (1990) de Juan Pablo II.
Ambos apoyaron con decisión la Obra de San Pedro Apóstol  fomentando, cuidando y ayudando a las vocaciones nativas, verdadero motor en el crecimiento de las comunidades cristianas en los territorios de Misión. Su contacto con las iglesias particulares les ayudó a valorar la riqueza de las diversas culturas, en donde surgen los evangelizadores apropiados que transmiten la palabra de Dios a los suyos y los enriquecen con los sacramentos. Conste aquí nuestro agradecido homenaje.
También nosotros debemos apostar por el desarrollo de las Vocaciones Nativas. Ellas son Primavera eclesial y quienes mejor pueden transmitir la alegría del Evangelio en sus propios pueblos.
Y el esfuerzo debe ser mayor. Estamos descuidando esta fundamental Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. El año pasado solamente dos parroquias en la diócesis aportaron la colecta; con los donativos anónimos recibidos pudimos enviar a Obras Misionales Pontificias 25.678,42 euros, muy lejos de los más de 59.000 del año 2012. ¿Qué nos ha pasado?
Permitidme que me atreva a pedir la aportación de esta colecta imperada para las Vocaciones Nativas. La dirección nacional de OMP nos ha confiado este año el Seminario Mayor ‘Santo Cura de Ars’ de Bujumbura (Burundi), terreno bien conocido por los riojanos al haber mantenido allí una misión durante 23 años. Nuestra aportación irá destinada íntegramente al mantenimiento del seminario y de los varios centenares de seminaristas que lo habitan.