"En una ocasión escuché a una persona seria y
sesuda que eso de estudiar las lenguas del pueblo en las misiones había pasado
a la historia…Vas con tu inglés o francés y si alguien quiere hablar contigo
que lo aprenda… Mi experiencia va por otro costado y te asegura que me ha ido
bien. He dejado la India
y allí han quedo montones de trabajos de muchos años, gramáticas, diccionarios,
todo a mano, cantidad de esfuerzo para acercarte lo más posible a los hermanos
indios.
Echemos cuentas: 28 años por
Argentina, antes de los 20 por la increíble India. Si “me planto a los 95 me
quedan todavía otros 20 para seguir
haciendo escuelas en Nepal. Aparte de tu lengua madre, y las lenguas comunes
para andar por casa, latín, inglés, francés e italiano, allí por los estecos
argentinos, trabajé con mucho interés el quichua santiagueño, escribiendo un par de obras para el aprendizaje en las
escuelas. Ya en la India,
en kerala, ataqué al malayalam y al tamil, lenguas “asquerosamente difíciles”.
En Jharkhand, otras dos, el hindi y el mundari, especialmente la segunda a la
que tengo singular cariño por su dificultad y el tiempo que le he dedicado. Y
ahora en Nepal, otro par el santalí y el nepalí, del que ya he acabado de pasar
al español la cuarta gramática, amén del diccionario doble, que es lo primero
que hago en todas, y así poder rezar con
la gente, celebrar la
Eucaristía y predicar en su lengua.
Y no te lo vas a creer, pero no
tengo chispa para las lenguas, ni memoria, ni salero para lo pronunciación. Pero
tengo dos secretos: uno, no se lo digas a nadie es el método machaca, repetir,
repetir y repetir hasta que se ablanda la mollera, y el segundo… pues el
segundo es que le rezo a mi amigo y profesor P. Pedro Recuento, el no va más en
cuestión de idiomas, y le pido la mitad de su espíritu, como Eliseo a Elías.
Tengo que decirte otra cosa. Y es
que esto del estudio de las lenguas es una terapia sicológica fenomenal.
Primero, porque estás siempre ocupado y no pierdes un segundo, con objetivos
lindos por los cuales trabajar. Y segundo, más importante, que mientras piensas
en lo que significan esos garabatos de las lenguas, te olvidas de la tentación
de envenenar al constructor que te estás robando, o de asesinar a ese bendito
cristiano que te está haciendo la pu… blicidad.
Así que, hermano, si tienes malos
pensamientos… comienza por el sanscrito…"