12 de mayo de 2015

Una carta de amor

Escrito por D.  Luis María Centeno en la Hoja Diocesana Pueblo de Dios 


En internet está haciendo furor un vídeo de casi cuatro minutos de duración. Lo ha colgado una organización Christian Concern y lo han visitado en pocos días más de dos millones de internautas. Su título es “Una carta del pueblo de la Cruz”.
Ustedes recuerdan las espeluznantes imágenes que ofreció la televisión el pasado mes de febrero: el degüello en las playas de Libia de 21 cristianos coptos, enfundados en buzos color naranja, por otros  tantos verdugos vestidos y encapuchados de negro riguroso. A primeros de abril de nuevo hubo en el mismo lugar una matanza semejante, esta vez de cristianos de Etiopía. Uno de los verdugos de febrero pregonó el significado de tamañas crueldades; eran una carta con sangre para el pueblo de la cruz. A la verdad, yo nunca había oído una definición tan acertada de nosotros los cristianos, somos efectivamente el pueblo de la Cruz.
¿Y saben ustedes la contestación que el Estado Islámico ha recibido a su escalofriante  carta con sangre?; pues el vídeo del que les hablo. Sus autores se dirigen a los criminales ofreciéndoles el perdón de Dios; “Vuestros sueños apocalípticos y vuestros trágicos pecados estremecen al Oriente próximo y al mundo entero; pero el pueblo de la Cruz llama a vuestras puertas con un mensaje”: “Detrás de vosotros va a venir el amor. Va a venir un ejército sin tanques y sin soldados. Va a ser el ejército de los mártires que han permanecido fieles hasta la muerte y tren consigo un mensaje de vida”.
“Si no lo entendéis con las palabras, os lo vamos a demostrar con nuestras vidas que ofrecemos por cada garganta que habéis segado y cada mujer que habéis violado.  Venid con vuestras manos manchadas de sangre, venid con vuestros ojos llenos de muerte y odio al pueblo de la Cruz. Vosotros matáis por vuestro Dios. Nuestro Dios murió  por nosotros. Vuestros pecados tienen remedio y perdón. Sin la sangre de Cristo nosotros seríamos tan crueles  como vosotros”.

Este vídeo es de veras impresionante: Una carta de amor en respuesta a quienes tanto dolor han causado y siguen causando. Sólo desde la fe en Jesucristo puede ser comprendida y vivida. 

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