
Los misioneros saben mucho de las consecuencias de la
guerra, y del hambre, y de la injusticia. Pero saben más de la reconciliación,
y su vida no es otra cosa que la escucha, el diálogo, el servicio y la donación
siguiendo el ejemplo del Maestro. Cuánto sufrimiento al comprobar los efectos
devastadores de la guerra, cuánto dolor ante la destrucción de la vida humana y
cuánta humillación a comprobar que muchos adultos son capaces de secuestra
niños para adiestrarles para la guerra.
Ese mismo día en Javier, donde nació el Patrono
Universal de las Misiones, será ordenado sacerdote un diácono que pertenece a
la Iglesia fiel de China. Sus años de formación en Pamplona le han capacitado
para retornar a su tierra para anunciar la paz y el amor entre los hermanos.
Damos gracias a Dios por esta vocación y por tantas otras que Dios suscita en
el mundo para ser sembradores de paz. Recordaremos especialmente este día al
que fue Director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Siria, P.
Jules Baghdassarian, desde el 14 de febrero de 2003 hasta 14 Noviembre del
2012, cuando la guerra en este país le arrancó la vida que estaba entregando
por sus hermanos. Y como él, tantos otros. Oremos, unidos al Papa Francisco,
por la paz en el mundo y, de manera particular, en Siria.
Anastasio Gil
García
Director de
Obras Misionales Pontificias
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