ESPERANZA EN LA SELVA AMAZÓNICA DE PERÚ.
En la Misión Esperanza, en plena selva amazónica de Perú, todos los días comen 300 pequeños; todos los días los niños van a la escuela y todos los días se atiende a los enfermos que hasta allí acuden. En la Misión Esperanza faltan muchas cosas materiales, pero se derrocha y se respira esperanza a raudales.
A Victoria Mazo Martínez, religiosa de las Misioneras del Pilar, el
corazón se le aceleró cuando hace 24 años le propusieron participar en la
creación de una misión en la Diócesis de Moyobamba -cerca de la Rioja peruana-.
El bosque amazónico, con un clima tropical húmedo que te hace sudar a chorros y
una vegetación desbordante hasta confundirte, no arredró a la religiosa que sólo
vio la posibilidad de cumplir su anhelo. «Me ofrecí voluntaria para trabajar y
entregarme allí en servicio a los pobres por Dios y a Dios en los pobres»,
sentencia imbuida del espíritu que guía su vida. Ver artículo
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