Cuando uno ha recibido tantas
veces la misericordia de los demás y de Dios no es tan difícil sentirse
misericordioso con otros. Llegué a Cuba en el año 1999. Procedo de Logroño (La
Rioja). Soy salesiano. La verdad que uno se enriquece cada día al ver otras
realidades con los ojos de Dios.¡ Cuántas veces las personas me han dicho!:
Gracias por estar con nosotros; les digo que soy yo el agradecido. Hay
experiencias tan densas que marcan profundamente a las personas... Aquí, la
misericordia se constata cada día en la guagua
(autobús), en la cola del pan, en la farmacia, en el campo de juego, en la casa
de los feligreses… En el 2012 pasamos el huracán SANDY que devastó las
provincias orientales de Cuba… qué les voy a decir lo que la
Iglesia y la gente sencilla hizo para para paliar
tanta miseria. Les envío esta humilde foto… Son algunos niños del Oratorio de
S. Juan Bosco de la Habana Vieja (Cuba) con los que trabajamos. Pintado en la
pared está Santo Domingo Savio, alumno de D. Bosco que con menos de 15 años
alcanzó la santidad porque fue misericordioso con muchos. Trabajemos por un
mundo mejor y más humano.
0 comentarios:
Publicar un comentario