5 de octubre de 2015

Miguel Ángel Fernández. Misionero en Cuba.


Cuando uno ha recibido tantas veces la misericordia de los demás y de Dios no es tan difícil sentirse misericordioso con otros. Llegué a Cuba en el año 1999. Procedo de Logroño (La Rioja). Soy salesiano. La verdad que uno se enriquece cada día al ver otras realidades con los ojos de Dios.¡ Cuántas veces las personas me han dicho!: Gracias por estar con nosotros; les digo que soy yo el agradecido. Hay experiencias tan densas que marcan profundamente a las personas... Aquí, la misericordia se constata cada día en la guagua (autobús), en la cola del pan, en la farmacia, en el campo de juego, en la casa de los feligreses… En el 2012 pasamos el huracán SANDY que devastó las provincias orientales de Cuba… qué les voy a decir lo que la Iglesia y la gente sencilla hizo para para paliar tanta miseria. Les envío esta humilde foto… Son algunos niños del Oratorio de S. Juan Bosco de la Habana Vieja (Cuba) con los que trabajamos. Pintado en la pared está Santo Domingo Savio, alumno de D. Bosco que con menos de 15 años alcanzó la santidad porque fue misericordioso con muchos. Trabajemos por un mundo mejor y más humano.

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