15 de mayo de 2014

Nos habla Tomás Herreros

Nuestras capillas alrededor de Amaluriat tienen gran número de feligreses y de catecúmenos, sin embargo las de Chelopoy  son muy reducidas debido a la fuerte presencia de grupos cristianos  protestantes y pentecostales. Suelen ser grupos muy aferrados a familias, así que resulta difícil conseguir nuevos católicos. De todos modos decidimos dividir la misión en dos ( y debería ser tres) para poder seguir mejor las capillas y a los catequistas sin tener que gastar tiempo y medios en el transporte. En el futuro cuando el clero local tome posesión de la administración de estas parroquias resultará más económico llevarlas adelante. Por ahora, nosotros como misioneros, intentamos avanzar y crear nuevas comunidades cristianas. En Chelopoy tuvimos un grupo de veintidós  jóvenes  catecúmenos de los caseríos, y otros dieciocho  de adolescentes que estudian en la escuela; diez de ellos recibían la primera comunión, puesto que habían sido bautizados cuando eran bebés. Un número similar estaba en Kasey, pero en Amakuriat han sido más de setenta de los caseríos y cuarenta estudiantes de escuela. La novedad este año la han constituido los dieciséis jóvenes de caseríos que han llegado hasta el bautismo. La mayoría ya están casados y por ahora consienten permanecer solo con su esposa, pero ser fieles a esa promesa lo tienen muy difícil en un ambiente que promueve la poligamia y donde pocas iglesias insisten en la monogamia, quizás siguiendo la explicación que Jesús mismo hizo respecto al divorcio y las leyes de Moises.
Ya llevamos cuatro meses en la construcción de la nueva iglesia para Chelopoy. Sé que los católicos del lugar nunca la llenarán, pero para las grandes celebraciones con todas las capillas, vendrá muy bien. Y sobre todo será necesaria durante los meses escolares, pues las niñas de la escuela de bachiller de Santa Ana son más de doscientas, y puede que lleguen a las trescientas cincuenta. Cuando los alumnos de la primaria vienen a la misa dominical con la gente local tampoco caben en la pequeña capilla que utilizamos hasta ahora. 

Por mi parte te estoy muy agradecido por el apoyo espiritual y económico que  nos habéis dado a lo largo de los años. Sin vuestra ayuda esa nueva parroquia y escuela no estaría donde está ahora. Claro que lo que más cuenta es el progreso espiritual de la gente. Aquí no vamos con la rapidez que a mí me gustaría, muy a mi pesar e incluso a pesar de conocer la lengua y la cultura. 

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