CAPÍTULO II
LA OBRA MISIONERA
Introducción
10. La Iglesia, enviada por Cristo para manifestar y
comunicar la caridad de Dios a todos los hombres y pueblos, sabe que le queda
por hacer todavía una obra misionera ingente. Pues los dos mil millones de
hombre, cuyo número aumenta sin cesar, que se reúnen en grandes y determinados
grupos con lazos estables de vida cultural, con las antiguas tradiciones
religiosas, con los fuertes vínculos de las relaciones sociales, todavía nada o
muy poco oyeron del Evangelio; de ellos unos siguen alguna de las grandes religiones,
otras permanecen ajenos al conocimiento del mismo Dios, otros niegan
expresamente su existencia e incluso a veces lo persiguen.
La Iglesia, para poder ofrecer a todos el misterio de la
salvación y la vida traída por Dios, debe insertarse en todos estos grupos con
el mismo afecto con que Cristo se unió por su encarnación a determinadas
condiciones sociales y culturales de los hombres con quienes convivió.
0 comentarios:
Publicar un comentario