25 de abril de 2013

50 AÑOS DEL CONCILIO VATICANO II

Decreto sobre la actividad Misionera "AD GENTES"

La Iglesia Enviada por Cristo

5. El Señor Jesús, ya desde el principio "llamó a sí a los que El quiso, y designó a doce para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar". De esta forma los Apóstoles fueron los gérmenes del nuevo Israel y al mismo tiempo origen de la sagrada Jerarquía. Después el Señor, una vez que hubo completado en sí mismo con su muerte y resurrección los misterios de nuestra salvación y de la renovación de todas las cosas, recibió todo poder en el cielo y en la tierra , antes de subir al cielo , fundó su Iglesia como sacramento de salvación, y envió a los Apóstoles a todo el mundo, como El había sido enviado por el Padre, ordenándoles: "Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: enseñándoles a observar todo cuanto yo os he mandado" .
"Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado se salvará, mas el que no creyere se condenará". Por ello incumbe a la Iglesia el deber de propagar la fe y la salvación de Cristo, tanto en virtud del mandato expreso, que de los Apóstoles heredó el orden de los Obispos con la cooperación de los presbíteros, juntamente con el sucesor de Pedro, Sumo Pastor de la Iglesia, como en virtud de la vida que Cristo infundió en sus miembros "de quien todo el cuerpo, coordinado y unido por los ligamentos en virtud del apoyo, según la actividad propia de cada miembro y obra el crecimiento del cuerpo en orden a su edificación en el amor" . La misión, pues, de la Iglesia se realiza mediante la actividad por la cual, obediente al mandato de Cristo y movida por la caridad del Espíritu Santo, se hace plena y actualmente presente a todos los hombres y pueblos para conducirlos a la fe, la libertad y a la paz de Cristo por el ejemplo de la vida y de la predicación, por los sacramentos y demás medios de la gracia, de forma que se les descubra el camino libre y seguro para la plena participación del misterio de Cristo.
Siendo así que esta misión continúa y desarrolla a lolargo de la historia la misión del mismo Cristo, que fue enviado a evangelizar a los pobres, la Iglesia debe caminar, por moción del Espíritu Santo, por el mismo camino que Cristo siguió, es decir, por el camino de la pobreza, de la obediencia, del servicio, y de la inmolación de sí mismo hasta la muerte, de la que salió victorioso por su resurrección. Pues así caminaron en la esperanza todos los Apóstoles, que con muchas tribulaciones y sufrimientos completaron lo que falta a la pasión de Cristo en provecho de su Cuerpo, que es la Iglesia. Semilla fue también, muchas veces, la sangre de los cristianos.

19 de abril de 2013

MARCHA GESTO. 20 de abril. Desarrollo de la Jornada


OLIMPIADA   MISIONERA

     Explicación de la Jornada: Marcha… pasar un día juntos e ir juntos… realizar un esfuerzo… oración ante la Virgen de Valvanera… pruebas deportivas… niños de Mapfumu (Zimbawe)… escuela… antorcha misiolímpica…
 Antorcha: siempre irá en cabeza del grupo. Cada 50-100 metros se hará el relevo. El relevista siempre en cabeza. A la antorcha le acompañan los niños del mundo representados por los pañuelos de colores.
  Al llegar al Monasterio descansamos tomando un ligero desayuno.
  Seguidamente  nos dirigimos a la iglesia para encender el PEBETERO y realizar el juramento  Missiolímpico (un niño y una niña le proclaman al unísono).

“Junto a todos mis compañeros, prometo que participaremos en esta Olimpiada, respetando el lema de la Infancia Misionera que nos invita a ayudar a todos los niños del mundo, cooperando con nuestro esfuerzo en la construcción de la escuela de Mapfumu en Zimbawe, participando con deportividad y uniéndonos a los misioneros que proclaman por todo el mundo el Evangelio de Jesús”.

VOCACIONES NATIVAS. Carta del Delegado a las Parroquias y Comunidades


Es tan evidente como lo expresa el cartel de este año: hay fruto gracias a la semilla plantada que, escondida, lo hace brotar. La vida está ahí, solo hace falta favorecer su nacimiento y, en silencio, poner a su disposición lo necesario para su crecimiento.
Ocurre lo mismo con las Vocaciones Nativas: tienen que despuntar. Están ahí, esperando que nosotros aportemos lo que necesitan para crecer y no tienen. A nosotros no es que nos sobre, pero sí que podemos responder a su mirada seria y serena.
Mirad bien la imagen, “algo nuevo está brotando, ¿no lo notáis? … caminos en el desierto y ríos en el páramo”. (cfr. Isaías 43,19).
El Concilio Vaticano II reconoció que la Iglesia crece con mayor fuerza cuando de sus diferentes  comunidades surgen miembros que consagran la vida al servicio de sus hermanos (cfr. Ad Gentes 16). Una de las tareas de evangelización propias del misionero es sembrar la semilla de la vocación en las comunidades a las que ha sido enviado. Aunque los frutos no son inmediatos – tampoco el misionero debiera esperarlos – el Espíritu va realizando en silencio su obra haciendo brotar el tallo de la semilla abierta a la vida.
Seguro que la imagen sugiere otras muchas cosas. Lo que quiero transmitir es que merece la pena que entre todos hagamos crecer las miles de vocaciones que surgen cada año en África, América, Asia, Europa y Oceanía. Necesitan una buena formación que, desde aquí, les podemos dar. ¿Medios? Nuestra ayuda económica. El año pasado aportamos desde La Rioja 59.570,69 €, una buena cantidad que podemos, al menos, repetir este año. Estas Vocaciones que surgen en las Iglesias particulares sin medios materiales, son la Esperanza de la Iglesia. Un curso académico de un seminarista o novicio/a cuesta solamente 350 €; imposible que ellos puedan pagarlo pero posible para nosotros.
Tenemos un reto hermoso ante nosotros: dar cauce a la explosión de amor a la Iglesia que se vive en las jóvenes comunidades.
Fraternalmente

18 de abril de 2013

Encuentro de Jóvenes

"Yo quiero que mi vida sea una misión"
El pasado fin de semana, más de 130 jóvenes de toda España se dieron cita en Madrid en el X Encuentro misionero, organizado por Obras Misionales Pontificias (OMP), bajo el lema De la misión a la fe. y viceversa. Tras un apretado programa de ponencias, experiencias y puestas en común, los jóvenes partieron ayer a sus diócesis movidos por un gran impulso misionero.
Andrés Rodríguez Pozos tiene 17 años, y vive en Ferrol. Después del encuentro de OMP, resume su convicción: "Yo quiero que mi vida sea una misión". Y no es el único. El ambiente rebosaba alegría. "Cuando vuelves de la misión, es muy difícil expresar lo que has vivido. Aquí no hace falta expresarlo, todos lo sabemos", afirmaban unos jóvenes de la diócesis de Tarragona.
La gran conclusión del encuentro fue que la misión fortalece la fe. Las ponencias así lo mostraron. Todo comenzó con el visionado de la película Érase una fe, en la que se puso de manifiesto la universalidad de la Iglesia. A continuación la Hija de la Caridad Sor Sabina Iragui, conmocionó al auditorio con su experiencia de misión en Ruanda. Vivió el Genocidio de 1994 y la posterior epidemia de cólera desde el ejercicio de la enfermería. Mostró que la caridad en la misión abre las puertas a la fe. "Como Hija de la Caridad, no puedo deciros más que ayudéis a los pobres", afirmó esta religiosa.
Juan Carlos Carvajal, profesor de la universidad de San Dámaso, explicó después el camino que siguen los que vuelven a la fe, según su origen. No es igual la forma de acercamiento a Dios de uno que ha nacido en una ambiente cristiano, que uno que no ha conocido la Iglesia nunca. "Todos los hombres estamos confrontados con Dios, todo nuestro destino es Dios", afirmó el profesor. Acto seguido, los jóvenes se reunieron por grupos para aterrizar la teoría. Todos hicieron memoria de su fe y debatieron cómo se puede transmitir la alegría de ser cristianos. La puesta en común del trabajo de los grupos fue filmada, y el resultado será la aportación de OMP España a la JMJ de Brasil.
Desde tierras brasileñas, Antonio Mateo, responsable del Voluntariado Internacional de la Jornada, explicó a los jóvenes por videoconferencia que ya está todo en marcha para el gran encuentro de verano, al que asistirán aproximadamente tres millones de peregrinos. Hay inscritos 53.000 voluntarios, de los cuales casi el 10% son internacionales. Explicó que esta edición será especialmente misionera: además de el lema "Id y haced discípulos a todos los pueblos", contará con una semana de preparación en todas las diócesis brasileñas llamada "Semana Misionera".
El domingo comenzó con las experiencias de cuatro jóvenes que, en una mesa redonda, contaron cómo la misión había reforzado en ellos la fe. Francisco González animó a los jóvenes a dar un paso en firme a la misión, más allá de las buenas intenciones. Contó cómo la experiencia misionera en República Dominicana y en Mozambique le movieron a entrar en el seminario y ser un sacerdote misionero. Dunia María pertenece a una familia marroquí, y se educó en el Islam. Testimonió que gracias a su presencia en campos de trabajo misioneros, se bautizó y actualmente es religiosa. Antonio José Gómez, laico de Córdoba, explicó que es un chico normal y corriente, pero que eso no le impide irse a la misión durante los veranos. Expresó que lo vivido en América y África le han cambiado y reforzado la fe. Por último, Toni Martorell, entrenador de baloncesto profesional y escritor de No me digas que no se puede, mostró testimonios de superación entre discapacitados. "Yo no arriesgué a irme de experiencia misionera, y me arrepiento. Los discapacitados me enseñan que hay que arriesgar", afirmó el joven.
El encuentro culminó con la celebración de la Eucaristía, presidida por monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones. Explicó, al hilo del Evangelio (Jn 21, 1-19), que el hecho de amar a Dios conlleva encargarse de las ovejas, de los demás. "La fe no te pertenece, te la han dado otros", afirmó como conclusión, y subrayó que si los discípulos no hubieran salido a la misión fuera de Jerusalén, no hubiera llegado a nosotros en anuncio del Evangelio. "Es muy importante lo que estáis viviendo", les dijo el prelado a los jóvenes.

10 de abril de 2013

50 AÑOS DEL CONCILIO VATICANO II

DECRETO SOBRE LA ACTIVIDAD MISIONERA "AD GENTES"

Misión del Espíritu Santo
4. Y para conseguir esto envió Cristo al Espíritu Santo de parte del Padre, para que realizara interiormente su obra salvífica e impulsara a la Iglesia hacia su propia dilatación. Sin duda, el Espíritu Santo obraba ya en el mundo antes de la glorificación de Cristo. Sin embargo, descendió sobre los discípulos en el día de Pentecostés, para permanecer con ellos eternamente, la Iglesia se manifestó públicamente delante de la multitud, empezó la difusión del Evangelio entre las gentes por la predicación, y por fin quedó prefigurada la unión de los pueblos en la catolicidad de la fe por la Iglesia de la Nueva Alianza, que en todas las lenguas se expresa, las entiende y abraza en la caridad y supera de esta forma la dispersión de Babel. Fue en Pentecostés cuando empezaron "los hechos de los Apóstoles", como había sido concebido Cristo al venir al Espíritu Santo sobre la Virgen María, y Cristo había sido impulsado a la obra de su ministerio, bajando el mismo Espíritu Santo sobre Él mientras oraba.
Mas el mismo Señor Jesús, antes de entregar libremente su vida por el mundo, ordenó de tal suerte el ministerio apostólico y prometió el Espíritu Santo que había de enviar, que ambos quedaron asociados en la realización de la obra de la salud en todas partes y para siempre. El Espíritu Santo "unifica en la comunión y en el servicio y provee de diversos dones jerárquicos y carismáticos", a toda la Iglesia a través de los tiempos, vivificando las instituciones eclesiásticas como alma de ellas e infundiendo en los corazones de los fieles el mismo impulso de misión del que había sido llevado el mismo Cristo. Alguna vez también se anticipa visiblemente a la acción apostólica, lo mismo que la acompaña y dirige incesantemente de varios modos.

8 de abril de 2013

Vocaciones Nativas, señal de esperanza


Vocaciones Nativas: Señal de esperanza
La Jornada de las Vocaciones Nativas, que este año celebramos el 28 de abril de 2013, es una llamada de atención sobre la importancia de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada en los territorios de misión; vocaciones carentes de recursos y que necesitan de nuestra ayuda, en forma de cooperación espiritual y económica, para llevar adelante su formación.
Esta Jornada está organizada por la Obra de San Pedro Apóstol sensibiliza al pueblo cristiano sobre la importancia de las vocaciones sacerdotales y religiosas surgidas en las Iglesias jóvenes; también, sobre la necesidad de velar por ellas —mediante becas y sosteniendo seminarios y centros de formación— para que puedan disponer de los recursos materiales sin los cuales no podrían seguir adelante.
Al suscitar en nuestras comunidades una corriente de oración, sacrificio y solidaridad en favor de las vocaciones nativas de las Iglesias de reciente evangelización, esta Obra contribuye a la consolidación de dichas Iglesias, que requiere la existencia de clero, religiosos y religiosas autóctonos suficientes.

Para celebrar la Jornada Vocaciones Nativas puedes descargar desde aquí todos los materiales

Las Vocaciones Nativas son la riqueza de la Iglesia
"Que no se pierda ninguna vocación por falta de medios"

4 de abril de 2013

Marcha Misionera


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