El arzobispo electo de Barcelona, Juan
José Omella, ha enviado este viernes una carta pública a todos los
feligreses de la archidiócesis en la que afirma: "No vengo a imponer nada,
vengo a ofreceros mi amistad y a abriros mi corazón".
Bajo
el título de 'Carta al Pueblo de Dios que peregrina a Barcelona', Omella revela
que cuando el nuncio del Vaticano en España, Renzo Fratino, le comunicó el
deseo del papa de que sucediese en el Arzobispado de Barcelona al cardenal Lluís
Martínez Sistach tuvo
"un verdadero escalofrío al sentir la gran responsabilidad" que caía
sobre él.
"Hay una gran
desproporcionalidad entre mi pequeñez y la grandeza de esa archidiócesis, rica
por grandes obras realizadas a lo largo de su historia, por la gran santidad en
muchos de sus miembros, por las grandes personas que han realizado una
importante labor evangelizadora y por los grandes pastores que han guiado esa
Iglesia", ha reflexionado.
"Todavía hoy me
pregunto: ¿Por qué se han fijado en mí? Y recordé lo que me dijo mi madre, con
toda naturalidad y franqueza aragonesa, cuando le comuniqué que el papa me
había nombrado obispo auxiliar de Zaragoza: "¿No había otro mejor que
tú?", recuerda Omella en su carta.
Omella asegura a los
fieles de la archidiócesis: "Lo primero que trataré de hacer es conoceros,
acercarme a todos vosotros a fin de poder hacer míos vuestros gozos y vuestros
sufrimientos, vuestros proyectos y deseos".
"Aunque nací en un
pueblo cercano a Cataluña, Cretas (Teruel), en la comarca del Matarraña, y entonces
diócesis de Tortosa, de lengua materna catalana, sin embargo mi vida de
sacerdote y de obispo ha transcurrido toda ella en Aragón y La Rioja. Por eso
tendré que dedicar un tiempo a bucear en vuestra historia y en vuestros
proyectos e inquietudes", explica monseñor Omella.
El prelado ha enviado un
"saludo con gran afecto" al cardenal Sistach, del que ha destacado su
"entrega generosa" a la archidiócesis barcelonesa.
Omella también hace un
guiño a las autoridades catalanas, a las que envía un saludo "con respeto
y admiración".
"Os habéis
comprometido -les dice a las autoridades- en una hermosa tarea, no siempre
fácil, como es el servicio al bien común, a trabajar por el bien de todos,
especialmente de los más pobres y necesitados. Por eso os digo que os admiro
por esa misión que habéis asumido. Contad conmigo para ese servicio en pro de
los más pobres y necesitados. Sabed que os acompaño con mi aprecio y
oración".
También saluda "a
todos los barceloneses de cualquier creencia y convicción, de los que ya me
siento próximo y conciudadano" a los que tiende su "mano amiga".
larioja.com
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