Un año más arranca la campaña del Domund, la Jornada Mundial de las Misiones convocada
por el Papa para implicar a todos en la misión de la Iglesia. Celebrada sin
interrupción desde 1926, el Domund se enfrenta este año a una situación difícil
por la pandemia. Obras Misionales Pontificias (OMP) propone su campaña más
digital con el lanzamiento del vídeo del Domund y de la página web www.domund.es. Además del testimonio de los misioneros,
destaca la primera carrera virtual del Domund y la exposición “El Domund al
descubierto” en Burgos.
Una familia con cinco hijos en
Tanzania. Una religiosa médico en Camerún. Un religioso profesor en Vanuatu. Un
sacerdote en Japón y otro en la selva amazónica en Perú. ¿Qué tienen en común?
Una llamada de Dios, a la que todos respondieron “Aquí estoy, envíame”, tal
como reza el lema del Domund, la gran fiesta de las misiones de la Iglesia
universal. Y precisamente por ello, son los protagonistas del vídeo del Domund
de este año, en el que se muestra la belleza de la misión universal en una
variedad de carismas, localizaciones y tareas. De carácter testimonial,
pretende acercar sus historias a los colegios y parroquias que este año no
podrán recibir la visita física de misioneros, como era tradición.
“A nosotros nadie nos paga por
estar aquí”, explican Juan Pablo Trenor y María Martínez, una familia del Camino
Neocatecumenal con cinco hijos que viven en Arusha (Tanzania). Entre cortes de
luz y agua, con un idioma que desconocían, viven con sus hijos su vida de fe y
acompañan la pastoral de la parroquia. Ellos participan en el vídeo del Domund
de este año, al igual que Rosario García, médico, misionera de las Esclavas del
Sagrado Corazón de Jesús, que ofrece en medio de la selva de la diócesis de Yaundé
un hospital, donde van muchos enfermos a curarse o a morir con dignidad.
Estos testimonios se unen a los de
Antonio López García Viejo –hermano corazonista misionero en Vanuatu
(Oceanía)-, Pablo Seco –sacerdote diocesano en Japón-, o Alfonso Tapia
–sacerdote diocesano en la selva amazónica-. Todos ellos, desde su
particularidad, muestran cómo la Iglesia ha seguido adelante con el mandato de
Jesús de ir y hacer discípulos hasta los confines de la tierra. Las diócesis en
las que están estos misioneros no podrían subsistir sin la ayuda del Domund.
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