Hay
miradas sonrientes, tristes, vacías, perdidas, retadoras, ausentes, sanas,
amorosas, seductoras, ingenuas, profundas, esquivas… A través de la mirada se
manifiesta el estado de ánimo y la personalidad del que mira. Los ojos reflejan
lo que cada uno tiene en su interior.
Yo
me pregunto, ¿cómo miró Jesús? La respuesta está en el Evangelio: la fuerza y
la profundidad de su mirada invitan a
dejar todo para seguirle con mayor libertad; mira con predilección y exigencia,
con misericordia y con pasión. Si no, Mateo seguiría sentado con sus dineros,
Natanael todavía estaría dándole vueltas a su vida debajo de la higuera, Zaqueo
permanecería subido en su orgullo, la samaritana tendría todavía sed y
Magdalena no le habría descubierto resucitado. Así es Jesús: enamora porque en
todo pone pasión.
La Conferencia Episcopal
ha acordado que, a partir de este año 2016, la Jornada de las VOCACIONES
NATIVAS, que sostiene la Obra de San Pedro Apóstol, se celebre en España el IV
Domingo de Pascua, coincidiendo con la JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN por las
Vocaciones. Este año es el 17 de abril.
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