Te voy a contar lo que me sucedió
una mañana.
Suelo salir a la costanera de la playa a rezar el rosario. Caminando
veo a un pobre envuelto en su frazada o manta donde prolongaba su sueño
nocturno. Al terminar el rezo, me dije, no puedo pasar de largo y regresar a
casa. Entonces me acerqué, le saludé atentamente y le invité a desayunar a la
parroquia. Me aceptó a la primera. Me contó que venía del sur desde Temuco
subido a los camiones haciendo dedo. Y continuaría hasta el
Santuario del Carmen en La Tirana porque iba a pagar una manda porque su hijo
enfermo se había mejorado.
Llegamos a la casa y lo invité que pasara hasta la cocina. Le preparé el
desayuno con café. Así entraría en calor. Por cierto que comía con gran apetito
y quedó satisfecho. De lo que tenía guardado en el refrigerador se lo
sirvió.
Entonces nos despedimos, pero antes me pidió algo de dinero para
movilizarse porque me dijo que iba a la Feria de las Pulgas donde se vende
incluso hasta lo robado y se compra de todo. Es un mercadillo popular.
Pues bien, más tarde eché en falta el reloj de pulsera que había dejado
sobre la mesa del comedor por donde salimos hasta fuera, él detrás de mí. Es de
suponer que lo tomó y se lo guardó. Así se entiende para qué
quisiera ir a las Pulgas.
Cuando conté a algunas personas de la parroquia entre ellas la Sra. Miriam,
la secretaria y a la Sra. Dani que viene a hacer el aseo algunos
ratos, me recriminaron con delicadeza. "Eso le pasa por dar entrada en la
casa a personas que no conoce”.
Pero recordé a San Vicente de Paul cuando advierte en sus escritos:"
No debemos estimar a los pobres por su apariencia externa o su modo de
vestir ni tampoco por sus cualidades personales, ya que con frecuencia son
rudos e incultos." Por mi parte añadiría: pícaros y el embuste está a la
orden para conseguir la ayuda. Pero, amar y servir a los pobres con todas sus
consecuencias desagradables.
La respuesta del mundo: "pero, qué tonto cómo se deja engañar".
A pesar de todo creo que obré en cristiano y no me pesa de haber actuado de
esta manera. Esto era lo que quería compartir.
Con un saludo afectuoso,
Vicente
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