Ya estamos de vuelta de Cotonou. Cansados pero contentos. Bajamos el viernes con 23 catequistas de fo más otros tantos de bke. El viernes hicimos el viaje y miramos el mar. El sábado tuvimos un encuentro con el Padre Angel (estábamos alojados en la casa de Mensajeros de la Paz de Cotonou, junto a los chavales recuperados de la calle (toda una experiencia para nuestros catequistas); después fuimos a meternos en el mar (algunos más lanzados, otros más temerosos); tras comer y siesta nos fuimos a la parroquia de los salesianos para celebrar una misa y confesiones; después cena y al día siguiente madrugón. Los catequistas a las dos de la madrugada ya estaban de pie; nosotros los sacerdotes teníamos que estar a las cuatro, en el colegio Père Aupiais cerca del arzobispado, desde allí nos conducían en autobús hasta el estadio. A las 4 y media estábamos ya en el cesped del mismo y en segunda fila posición inmejorable- de tal manera que como dice Rafael nunca habíamos estado tan cerca de él. El papa móvil se paró para que bajara y subiera al final de la misa justo a un metro de nosotros.
De la celebración os podéis imaginar el ambientazo; la primera lectura en Baribá (solamente) la segunda en fon, y el evangelio solo en francés. Y la respuesta a la consagración: A Yeesu yaayo -aclamación baribá-. Y en fin, Nestor, presidente de nuestros catequistas, entre los cuarenta que recibieron la comunión de manos del Papa. (Foto arriba a la derecha)
Después siesta y visita al zoo de Cotonou, y una pequeña vuelta por la ciudad: puerto, aeropuerto, y a dormir. Ayer lunes a las 7 y media de nuevo al coche para llegar a casa a las 6 y media de la tarde.
Damos gracias a Dios por todo lo vivido. Que nos ayude a seguir más de cerca a Jesucristo.
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