Jesús Mª Peña, regresó la semana pasada de su viaje a Burundi. Compartimos alguna de sus experiencias
El calendario tiene estas cosas. Ocurre que estos días de junio, pero de 1985, viví momentos difíciles aquí en Burundi. Las circunstancias han cambiado, y 26 años después vuelvo a encontrarme a gusto en medio de los barundi que buscan la paz - amahoro - y la alegría de vivir. Pero los sangrientos acontecimientos están tan cercanos en el tiempo - las matanzas se declararon en 1995 y no volvió una cierta seguridad hasta 2006 - que no es fácil olvidarse tan pronto de ellos; de hecho en muchas conversaciones surge este tema que provoca silencio y emoción. ¿Camina Burundi hacia
Y en esta realidad viven los misioneros. Su trabajo y búsqueda es admirable. Su manera de vivir es sencilla y cercana a los pobres. Y ahora les toca buscar soluciones para la autofinanciación de las misiones, lo cual no es nada fácil. Y ahí los tenemos, añadiendo a sus tareas evangelizadoras, otros trabajos como el cultivo de productos agrícolas, huertas, animales domésticos y otras iniciativas que les ayuden a vivir y ayudar materialmente a la población que lo desee; también eso es anunciar el Evangelio.
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